Puerto de San Antonio

San Antonio y su larga historia de proyectos fallidos

Por largos años San Antonio alberga al principal puerto de Chile, lo que no necesariamente se ha traducido en una mejor calidad de vida para sus habitantes. No obstante, han existido distintos proyectos empresariales que podrían haber cambiado esa situación, pero por distintas razones no se concretaron. Hoy, la construcción de un nuevo puerto exterior podría significar una gran oportunidad de desarrollo económico.

Un análisis elaborado por la Fundación Piensa y GFK Adimark reveló en 2017 que existe un bajo nivel de satisfacción por parte de los ciudadanos de la provincia de San Antonio en cuanto a su calidad de vida. Factores como el servicio de transporte, la seguridad ciudadana, el trabajo y la vivienda, determinaron la opinión de los 1.650 hogares entrevistados.

¿Cómo se explica que, en una ciudad que alberga un puerto que anualmente moviliza más de 20 millones de toneladas de carga, se presenten índices de tal envergadura? Al parecer, la respuesta a esto tiene varios tintes históricos.

Leonardo Olivares, presidente de la Corporación de Desarrollo de San Antonio (CODESA), cree que este problema pasa por la misma gente de la ciudad: “A lo largo de mi carrera he visto a cientos de empresas que han tratado de instalarse en San Antonio y no las dejan. La que logró instalarse fue Maersk, que dio trabajo a más de 3.000 personas. Hoy está cerrada”.

Actualmente, el tema de conversación en la localidad se concentra en el proyecto Puerto Exterior, que promete extender la capacidad del puerto actual y otorgar más empleos.

¿Prosperará este proyecto o terminará como los anteriores?

El caso de Eurosal y la fábrica de Bata

Fuera de la existencia del puerto actual de San Antonio, que tiene un origen que se remonta al siglo XVI, en la historia más reciente de la ciudad han existido varios casos de empresas que han intentado prosperar, pero que cuando estuvieron a punto de hacerlo, no lo lograron por diferentes motivos.

Uno de los ejemplos más antiguos es el de la fallida fábrica de Bata. Esta reconocida empresa de calzado que no pudo instalarse en San Antonio en los años sesenta y que, en palabras de Leonardo Olivares, presidente de CODESA “las autoridades de la época, basándose en la negativa de los habitantes de la zona en donde se emplazaría la fábrica, se opusieron al proyecto y no permitieron que se llevara a cabo”.

Más adelante, en los años ochenta, ocurrió algo parecido con la empresa Eurosal. En ese caso no hubo oposición de la gente, sino que por parte del Gobierno de entonces. Según se cuenta, este consorcio de navieras había elegido San Antonio como terminal de sus líneas. Para ello, mandó a construir unas grúas especializadas a Japón, fabricadas a la medida de Puerto.

Sin embargo, ante la presión del Gobierno, en especial del almirante José Toribio Merino, el proyecto fue trasladado a la fuerza al Puerto de Valparaíso. Para intentar revertir eso, CODESA interpuso un recurso de protección, pero finalmente no fue acogido.

El cierre de Maersk

Una empresa que sí logró instalarse en San Antonio fue la multinacional danesa Maersk. Esta empresa pertenece al rubro de contenedores de carga y su transporte a nivel marítimo. En Chile, sus operaciones requerían la construcción de una fábrica de contenedores refrigerados. Por esto, en febrero de 2014, terminaron por inaugurar una planta en el sector de Malvilla.

Cierre de Maersk, San Antonio
Cierre de Maersk en junio de 2018

Durante los años en que estuvo operando en la zona, dio empleo a más de 1.200 trabajadores especializados, muchos de ellos habitantes de San Antonio. Sin embargo, los múltiples desencuentros que tuvo la empresa con varios sindicatos de trabajadores, sumado a la disminución progresiva de clientes, detonó el cierre de Maersk en junio de 2018.

Este prematuro cierre, significó una pérdida cercana a los 80 millones de dólares por parte Maersk solo en términos de inversión. En el ámbito del desempleo, la tasa de San Antonio aumentó en gran medida, llegando al 3,2 %, lo que la convirtió ─junto con Petorca─, en las comunas con más pérdidas de empleo de la región.

“Aquí la empresa se equivocó al instalar la fábrica en San Antonio. El 30 % de las herramientas empleadas en la producción se perdía. Rechazaron un 40 % de los contenedores por fallas. Aquí nunca se hizo bien la pega. Por eso finalmente decidieron perder la inversión inicial, en vez de perder otros 500 millones de dólares”, explica Leonardo Olivares.

Leonardo Olivares, presidente de CODESA
Leonardo Olivares, presidente de la Corporación de Desarrollo de San Antonio (CODESA)

El Nuevo Puerto Exterior de San Antonio, el proyecto que puede cambiar la historia

A pesar de todos los tropiezos vividos, al parecer ahora a San Antonio se le presenta una nueva oportunidad de crecimiento social y urbano. Actualmente se está tramitando la construcción de un nuevo puerto exterior, que con una inversión de USD 3.500 millones, planea instalar dos nuevos terminales portuarios.

Este proyecto impulsado por el Estado y gestionado por la empresa Puerto San Antonio, pretende movilizar 6 millones de contenedores de carga al año, lo que supera por mucho la cantidad actual, que no llegó a los 2 millones en noviembre de 2020. Solo en términos de construcción, la empresa estima que se generarán 2.200 empleos en los 10 años que durará la faena de desarrollo.

Esta nueva infraestructura se ubicará al sur del actual puerto y se espera que esté operativa en 2030. Según como la empresa indica en su sitio web oficial, además de generar importantes beneficios para el país, el proyecto significaría para San Antonio una importante reactivación económica, un aumento en la generación de empleos y mejoras en la conexión vial, viviendas, gastronomía y comercio local, entre otros aspectos.

Las trabas al proyecto

No obstante, no todo ha sido tan fácil para el emplazamiento de este proyecto. Por parte de varios grupos de la comunidad sanantonina ha existido un rechazo a la construcción del nuevo puerto. Esto debido a las falencias medioambientales que se han encontrado.

Respecto a esto último, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) emitió un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), en donde detectó 13 posibles efectos negativos al entorno y el medioambiente, por lo cual la empresa ya ha tomado conocimiento e indica que tiene planes de mitigación al respecto.

“Si no se llevara a cabo este proyecto, sería como ponerle un tapón al crecimiento del comercio exterior. Además, tras el proceso de construcción se van a generar directa o indirectamente unos 20.000 empleos”, señala el presidente de CODESA. También agrega, “creo que el Estado debe acoger las medidas de mitigación ambiental solicitadas por la gente, siempre y cuando tengan un grado de racionalidad”.

El camino que queda por recorrer en San Antonio

Por ahora, lo que falta para que este proyecto pueda ver la luz es conocer el resultado del proceso de observaciones al EIA elaborado por el Servicio de Evaluación Ambiental. Esta etapa, que se inició el 2 de noviembre pasado, comprende todas las opiniones fundamentadas que vienen desde la ciudadanía.

Según lo establecido en la ley 19.300, cualquier persona natural o jurídica puede participar de este proceso que culminará el 28 de enero de este año. “Yo creo que igual el proyecto se hará. El país necesita una nueva  infraestructura para funcionar. Es como un niño, que a medida que crece, irá necesitando nueva ropa porque la otra ya le quedó chica”, manifiesta Leonardo Olivares.