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Ley REP: los desafíos de implementar el reciclaje de envases y embalajes plásticos

A partir de septiembre, la ley abarcará el segundo producto prioritario correspondiente a los envases plásticos, acción que requiere de la coordinación y responsabilidad entre múltiples sectores.

Quedan solo dos meses para que la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) abarque el segundo producto prioritario, correspondiente a la recolección de envases y embalajes, cuya acción es considerada como un paso clave para impactar de forma positiva las nuevas metas de reciclaje que contempla la normativa.

Recordemos que, la ley busca disminuir la generación de residuos y fomentar la reutilización de estos materiales mediante la gestión de sus mismos productores. En este sentido, se planteó como punto de partida la recolección de neumáticos por parte de las empresas importadoras de ellos.

Ahora bien, desde septiembre el desafío para lograr esta meta será mayor al incluirse el segundo producto prioritario, envases y embalajes.

¿Cómo cambia el reciclaje de plásticos con la nueva Ley REP?

“Solo en Chile se generan más de 23 mil toneladas de plásticos de un solo uso, residuos que demoran cientos de años en degradarse. De ahí la importancia de esta nueva fase de la Ley REP, que establece que los fabricantes, importadores y distribuidores de envases y embalajes deben hacerse responsables de su gestión”, asegura Richard Oliva, Director (i) de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la Universidad Bernardo O´Higgins.

La normativa incluso indica que estas empresas deberán organizarse para poner en marcha y financiar Grandes Sistemas de Gestión Domiciliarios (GRANSIC) que deberán ejecutar actividades de recolección en los territorios en coordinación con los municipios y así aumentar la reutilización conforme a las metas.

En este sentido, Gabriel Fonzo, CEO de Integrity, empresa chilena que recicla plástico PET de botellas para transformarlo en nuevos envases, indicó que “es crucial que las personas reciclen más y mejor. Para eso, no sólo se deben reforzar campañas educativas, sino además entregarles certezas en torno a la disposición final de sus residuos y facilitar al máximo la tarea. El gran desafío de la Ley es el alto nivel de coordinación público privada que se requiere, pues acá deben combinarse esfuerzos de las empresas, municipalidades y gobierno central”.

En tanto, Oliva enfatizó en que se debe seguir impulsando el compromiso de las personas con el cuidado del medio ambiente y valoró que “los municipios han hecho un gran aporte difundiendo sus programas de reciclaje y educando sobre los hábitos a la hora de segregar los productos para que los gestores de residuos puedan dar un tratamiento final adecuado”.