Un enorme socavón junto a un edificio se produjo el miércoles en el sector norte de Reñaca, en el límite de las comunas de Viña del Mar y Concón. El hecho produjo alarma en los residentes del sector y críticas de diversas autoridades por la construcción del proyecto inmobiliario en el lugar donde se emplazaban dunas.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, recordó que en 2012, cuando se construyó el edificio Kandinsky, por parte de Besalco, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín) advirtió lo que podría ocurrir por emplazar edificios en campos dunares.
«Para el caso de Concón, a pesar de que el edificio en cuestión se encuentra fuera de los límites del Santuario de la Naturaleza, la remoción en masa se generó en la duna, que es el objeto de esta área protegida», explicó Maisa Rojas.
«Si bien los fenómenos de esta de índole son multifactoriales, en 2012 el Sernageomin, a través de un informe técnico, señalaba que la intervención del Campo Dunar de Concón con la construcción de edificios de altura podría afectar el Santuario de la Naturaleza producto del aumento sobre el riesgo de ocurrencias de remociones en masa en el acantilado costero, debido a las obras de construcción y urbanización que se continúan realizando», agregó.
25 personas debieron ser evacuadas de 11 departamentos del lugar, por el riesgo que significaba tener un socavón junto al domicilio, y también se aplicó la prohibición de transitar por el lugar.
La ministra Rojas enfatizó que en la necesidad de ser responsables en la planificación inmobiliaria, teniendo en cuenta las condiciones climáticas que se viven actualmente.
«El cambio climático ha aumentado y seguirá aumentando la frecuencia, intensidad y duración de estos fenómenos, como olas de calor y precipitaciones extremas. Tenemos que entender el cambio climático como un multiplicador o amplificador de riesgos y que el costo de no hacer nada es mayor al de actuar con urgencia», insistió la ministra.
«Lo ocurrido en la comuna de Concón deja en evidencia ante los ojos de todo el país que es urgente contar con instrumentos de planificación territorial que incorporen las dinámicas de la naturaleza y los efectos del cambio climático, como los eventos extremos que hemos presenciado particularmente este año: incendios forestales, en febrero, y los dos eventos de inundación, en junio y agosto», añadió.
