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El reciclaje de algunos materiales en Chile

Aluminio, vidrio y plástico, son los tres materiales que más se reciclan en nuestro país. Sin embargo, no existe certeza absoluta de cuál de estos es el que tiene una mejor capacidad de reciclaje, es decir, cuál tiene un impacto menor en el mismo medio ambiente en el proceso de reciclado.

Cada vez se hace más frecuente que al visitar una plaza o un parque, nos topemos con tres o más basureros destinados a reciclaje. Generalmente son tres y corresponden a los elementos que históricamente han sido promovidos para ser reutilizados: el aluminio, el vidrio y el plástico. Estos materiales pueden ser muy nocivos si son desechados, ya que son capaces de destruir el hábitat de varias especies.

Es por esto, que incluso en varios hogares ya está establecida la costumbre de reciclar. Pero, muy pocas veces nos preguntamos cómo son los procesos que se encargan de hacerlo. A qué plantas van a parar nuestros desechos y cuánto gastan en reciclarlos. También nace la pregunta de cuántos gases nocivos emiten al momento de hacerlo.

¿Qué elementos es mejor reciclar? ¿Cuáles es mejor reutilizar? Porque, existe una diferencia entre ambos conceptos.

El plástico de botellas, recipientes, bolsas y otros

Quien inventó el plástico no lo hizo con mala intención. Claramente, su uso a nivel industrial tiene funciones casi infinitas. Además de los clásicos envases, cientos de partes de componentes electrónicos están hechas con este material. Pero como es bien sabido, su degradación es muy compleja. Las bolsas pueden eliminarse naturalmente entre los 50 y 150 años. Pero las botellas, podrían incluso sobrepasar la barrera de los mil años.

En teoría, cualquier tipo de plástico es reciclable, pero la realidad en Chile es que de los seis tipos presentes en la industria, aquí solo reciclan tres. Esto si lo llevamos a números, corresponde a un 8,5% del consumo total que corresponde a 990 mil toneladas anuales.

Con este panorama, el reciclaje del plástico cada día más se convierte en una tarea difícil de concretar. Es por esto, que se ha visto que en muchos casos en mejor reutilizar el plástico en el mismo hogar, ya sea ocupando el objeto para la misma función que fue creado, o hallándole un uso más creativo.

El vidrio, un material infinito y a la vez finito

En el caso de los objetos elaborados a base de vidrio, ocurre algo parecido al plástico, ya que también existe la facilidad de reciclarlo, en un ciclo que prácticamente podría ser infinito. No obstante, como no todo llega a reciclarse, es necesario producir más. Es en este último proceso, en donde se utilizan materiales finitos, como arenas y minerales.

En nuestro país, según datos difundidos por la empresa de reciclaje Recupac, al año se recolectan alrededor de 100 mil toneladas de vidrio reciclado, lo que corresponde a un 20% de la producción total. El proceso de reciclaje, es liderado por las empresas Saint Gobain, Cristalería Chile y Cristalería Toro.

Sin embargo, al igual que el plástico, el vidrio tiene una serie de complejidades en su proceso de reciclado. Su difícil manipulación y fragilidad, lo hacen un material complicado para las empresas. Es por esto, que también se recomienda darles una nueva vida a estos materiales en casa. Incluso, con algunos cursos que se encuentran en internet, es posible convertir objetos de vidrio en otras cosas. De hecho, muchas pymes trabajan con vidrio reciclado.

El aluminio, el más reciclable de todos

El uso de este metal es muy variado. El aluminio Lo podemos encontrar en latas, ollas, cables, automóviles, cubiertos, entre otros productos. En Chile, se fabrican alrededor de 67 mil toneladas por año, mayoritariamente para ser utilizado en envases de bebidas y otros líquidos.

En materias de reciclaje, este es uno de los elementos que mejor ciclo de renovación tiene, ya que, según la voz de varios expertos aproximadamente un 75% del aluminio que ocupamos hoy ya los hemos ocupado con anterioridad. El hecho de que sea un metal, lo hace increíblemente manejable y mucho más fácil de moldear que otros elementos del mercado. Además, dentro de la escala de valor de los metales, es uno de los más bajos.

Sin embargo, su proceso de producción es muy caro en términos energéticos. La elaboración de solo una tonelada métrica puede llegar a gastar 14 mil kWh, lo que a escala hogareña, significan unos 100 años de estar viendo la televisión constantemente. Por esta razón, su reciclaje resulta muy importante, más que el de los otros materiales.

Considerando el alto porcentaje de reutilización que tiene a nivel global, es mucho mejor poner los empeños en reducir si producción, la que además de significar un gasto cuantitativo de energía, también significa una poderosa emisión de gases contaminantes y CO2, responsable de temido y comentado calentamiento global.