Image

El rol de la industria textil chilena en la batalla contra el cambio climático

Una de las aristas más importantes a considerar para frenar el cambio climático es el daño medioambiental que provoca la producción de ropa, siendo uno de los factores que más repercusión tienen sobre el ecosistema.

Desde hace años el cambio climático se ha convertido en el mayor problema que afronta la humanidad con relación al medioambiente. La permanente emisión de gases de efecto invernadero de las distintas industrias ha profundizado el fenómeno del calentamiento global.

Entre esta multitud de industrias, la segunda más contaminante es la textil, encargada de la fabricación de ropa y otros artículos. Hasta hoy, esta contamina más que las industria manufacturera, cárnica y energética.

La industria de la ropa y el fast fashion

A lo largo de los años las tendencias de la moda han ido cambiando y, de esta misma forma, el modo de producción de la industria de la ropa también lo ha hecho. Las distintas cadenas de indumentarias han desarrollado un método para aumentar la elaboración y el consumo de sus productos, lo conocido como fast fashion.

El fast fashion es, básicamente, la fabricación en masa de prendas baratas y desechables, con el fin de que los consumidores opten por renovar su clóset de manera constante.

Esto ha provocado un daño persistente y profundo en el planeta tierra debido a la contundente cantidad de agua usada en la manufactura de atuendos y en la gran emisión de desechos textiles vertidos en el medioambiente sin ningún tratamiento adecuado, entre otros efectos.  

De igual manera, cabe destacar las condiciones laborales deplorables que tienen que vivir los trabajadores de la industria textil que producen en masa. Extensas jornadas, paga ínfima, sin días de descanso y más.

¿Existe la contaminación textil en Chile?

La respuesta es sí.

Nuestro país tampoco está exento del problema de la industria textil, Chile presenta una tremenda acumulación de ropa desechada, lo cual está contaminando nuestro ecosistema. 

Chile es el país de América latina que más importa ropa de segunda mano fabricada en Bangladesh y en China, principalmente. Más de 59000 toneladas entran al país promedio por año.

El problema no termina ahí, también existe el llamado “cementerio de ropa” ubicado en el desierto de atacama, donde vestuario viejo, poco usado e incluso nuevo es desechado, consecuencia directa del fast fashion. Esto provoca que unas 39.000 toneladas de ropa que no logran ser vendidas terminen en este vertedero anualmente.

La cantidad inconmensurable de prendas que hay en este “cementerio” no pueden ser llevados a vertederos municipales debido a que no son biodegradables y están compuestas con químicos.

Los compuestos químicos de la ropa botada en este vertedero clandestino provocan un efecto de degradación del suelo y contaminación de las aguas subterráneas, por lo que es necesario destinar un lugar adecuado para trasladar la inmensa cantidad de toneladas de desechos.

Para finalizar, cabe recalcar la importancia del cuestionamiento al fast fashion, además de medir los hábitos de consumo de esta industria. También es importante aprender sobre el ciclo de la ropa que llega a nuestro país y cómo desechar esta de forma correcta sin perjudicar nuestro ecosistema.