2020 fue un año en que el mundo detuvo su movilidad por el COVID-19 y eso llevó a menos emisiones de gases invernadero, sobre todo cuando potencias como China pararon sus industrias. Sin embargo, recientes estudios confirmaron que este leve respiro no fue suficiente para el medio ambiente ya que el dióxido de carbono se acumula durante extensos períodos de tiempo.
A esto hay que sumarle el trabajo que se deberá llevar a cabo para eliminar los desechos médicos que aumentaron significativamente con la pandemia. Países como Indonesia reciben diariamente en sus playas miles de toneladas de plástico, por lo que el gobierno ha tenido que hacer esfuerzos extra para recoger las mascarillas, guantes y otros elementos.
Algunas empresas están cooperando para dar una “segunda vida” a esta basura. H&M junto a Danone desarrollaron el proyecto “Bottle4Fashion” que recicla las botellas de plástico las transforma en ropa.
Los grandes eventos donde naciones se reunirían para acordar mejores políticas medioambientales tuvieron que cancelarse. Pero este año se espera que esas reuniones se lleven a cabo y se propongan más restricciones al CO2. En su “Agenda ambiental 2021”, la Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que la principal meta para este año es lograr la neutralidad del carbono para el 2050.
Se espera que a principios de este año se concreten los primeros grandes eventos sobre medio ambiente. Algunos de ellos son la Cumbre de Adaptación Climática y la primera parte de la quinta Asamblea para el Medio Ambiente.
Políticas ambientales
Sin embargo, todavía hay reticencia de algunos gobiernos para enfrentar este 2021 con políticas verdes. México fue el primer país en desarrollo en presentar un plan para reducir las emisiones de carbono antes del histórico Acuerdo de París el 2015, pero ahora busca potenciar la industria del petróleo.
Una de las primeras medidas del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando asumió en el 2018 fue una millonaria inversión para la estatal Petróleos Mexicanos. Además, impidió que proyectos de energía renovable compitieran con los proyectos de energía fósil, a pesar de que los primeros eran más baratos de concretar.
Europa es el continente más avanzado en políticas medio ambientales y el que está empujando al resto del planeta a que este año se concreten restricciones más fuertes a las emisiones de carbono. Estados Unidos podría volver a la lucha contra el cambio climático al asumir Joe Biden como presidente. Entre sus primeros anuncios como presidente electo, el demócrata anunció que Estados Unidos volvería a los Acuerdos de París.
Japón y Corea del Sur se han comprometido a reducir sus emisiones a cero para el 2050. Por otra parte, la nación que más contamina, China, aseguró que hará lo mismo para el 2060.
Chile fue uno de los primeros países en entregar sus compromisos climáticos a la ONU. Estos incluyen un sistema de transporte con combustibles verdes, la descarbonización de la matriz energética y potenciar la forestación. Uno de esos compromisos avanzó a fines del año pasado con el cierre de operaciones de la planta de la norteamericana AES Gener en la localidad de Ventanas. Sin embargo, esta planta no será desmantelada, sino que quedará en “hibernación”, mientras la empresa recibe un subvención del Estado.
¿Qué pasa con el clima?
Para muchos, es insólito que haya tantas personas -y gobiernos- que todavía no crean en la amenaza del cambio climático. España enfrenta la peor nevada en los últimos 50 años. La tormenta Filomena paralizó Madrid con temperaturas extremas nunca antes registradas.
En Chile, un estudio realizado por la Dirección Meteorológica de Chile y el Ministerio de Medio Ambiente, reveló que el 2020 fue uno de los más calurosos y secos en la historia registrada del país. Temperaturas que enfrentarían al 84% de las ciudades del país a un alto riesgo por las olas de calor. Esto sumado a la peor sequía que experimenta Chile en una década podría incluso permitir el ingreso de nuevas plagas al territorio.
El aumento de la temperatura también afecta a los océanos, que según un informe publicado por un grupo de científicos en la revista “Advances in Atmospheric Sciences”, es el más alto desde 1955, tomado desde la superficie hasta 2 mil metros de profundidad. Esto podría afectar al ecosistema marino, ya que los mares se están haciendo más salados a medida que aumenta el calor en el planeta.
La mano del hombre también está detrás de otro fenómeno que afecta al delicado sistema del planeta: la desforestación. En su informe “Frentes de desforestación: causas y respuestas en un mundo cambiante”, la WWF señala como principal culpable a la agricultura comercial, que destruye bosques para dar espacio a la ganadería y la producción de soya que alimenta a los animales.
Esta misma organización está impulsando la campaña “No te comas el bosque” para que la Unión Europea no deje ingresar productos relacionados con la desforestación.
