En los medios hablar de Inteligencia Artificial es algo cotidiano. Si no estás familiarizado con el término y quieres conocer lo básico, aquí te damos una pincelada de este útil desarrollo tecnológico.
Ya en los años 50, los padres del campo, Minsky y McCarthy, describieron la inteligencia artificial (IA) como cualquier tarea realizada por una máquina que antes se hubiera considerado que requería inteligencia humana.
Evidentemente, se trata de una definición bastante amplia, por lo que a veces se discute si algo es realmente IA o no.
Las definiciones modernas de lo que significa crear inteligencia son más específicas. François Chollet, investigador de IA en Google y creador de la biblioteca de software de aprendizaje automático Keras, ha dicho que la inteligencia está ligada a la capacidad de un sistema para adaptarse e improvisar en un nuevo entorno, para generalizar sus conocimientos y aplicarlos a escenarios desconocidos.
Las características básicas de la Inteligencia Artificial
Se trata de una definición según la cual los sistemas modernos impulsados por la IA, como los asistentes virtuales, se caracterizan por haber demostrado una «IA estrecha», es decir, la capacidad de generalizar su formación al realizar un conjunto limitado de tareas, como el reconocimiento del habla o la visión por ordenador.
Normalmente, los sistemas de IA demuestran al menos algunos de los siguientes comportamientos asociados a la inteligencia humana: planificación, aprendizaje, razonamiento, resolución de problemas, representación del conocimiento, percepción, movimiento y manipulación y, en menor medida, inteligencia social y creatividad.
¿Para qué se usa?
La IA es omnipresente hoy en día, y se utiliza para recomendar lo que se debe comprar a continuación en Internet, para entender lo que se dice a los asistentes virtuales, como Alexa de Amazon y Siri de Apple, para reconocer quién y qué hay en una foto, para detectar el spam o el fraude con tarjetas de crédito.
Tipos de IA
A un nivel muy alto, la inteligencia artificial puede dividirse en dos grandes tipos: IA estrecha e IA general.
Como se ha mencionado anteriormente, la IA estrecha es lo que vemos a nuestro alrededor en los ordenadores hoy en día: sistemas inteligentes a los que se les ha enseñado o que han aprendido a realizar tareas específicas sin haber sido programados explícitamente para ello.
Este tipo de inteligencia artificial es evidente en el reconocimiento del habla y el lenguaje del asistente virtual Siri del iPhone de Apple, en los sistemas de reconocimiento de la visión de los coches autoconducidos o en los motores de recomendación que sugieren productos que podrían gustarte basándose en lo que has comprado en el pasado. A diferencia de los humanos, estos sistemas sólo pueden aprender o ser enseñados a realizar tareas definidas, por lo que se denominan IA estrecha.
Lo que puede hacer la AI estrecha (Narrow AI)
Hay un gran número de aplicaciones emergentes para la IA estrecha: interpretar vídeos de drones que realizan inspecciones visuales de infraestructuras como oleoductos, organizar calendarios personales y de negocios, responder a consultas sencillas de atención al cliente, coordinar con otros sistemas inteligentes para realizar tareas como reservar un hotel en un momento y lugar adecuados, entre otros.
Cada vez surgen nuevas aplicaciones de estos sistemas de aprendizaje. El diseñador de tarjetas gráficas Nvidia reveló recientemente un sistema basado en la IA, Maxine, que permite a las personas realizar videollamadas de buena calidad, casi independientemente de la velocidad de su conexión a Internet.
El sistema reduce el ancho de banda necesario para este tipo de llamadas en un factor de 10 al no transmitir el flujo de vídeo completo a través de Internet y, en su lugar, animar un pequeño número de imágenes estáticas de la persona que llama, de una manera diseñada para reproducir las expresiones faciales y los movimientos de la persona que llama en tiempo real y para que no se distingan del vídeo.
El potencial de la IA general
La IA general es muy diferente, y es el tipo de intelecto adaptable que se encuentra en los seres humanos, una forma flexible de inteligencia capaz de aprender a realizar tareas muy diferentes, desde cortar el pelo hasta construir hojas de cálculo, o razonar sobre una amplia variedad de temas basándose en su experiencia acumulada.
Este es el tipo de inteligencia artificial que se ve más a menudo en las películas, como HAL en 2001 o Skynet en Terminator, pero que no existe hoy en día, y los expertos en inteligencia artificial están muy divididos sobre cuándo se hará realidad.
