Problemas con derechos de agua en Hacienda Ventanas

Hacienda Ventanas: la pugna del agua que podría arrasar con fuentes de trabajo y afrontar una potencial crisis sanitaria

      La Hacienda Ventanas, localizada en Vallenar, y donde se realiza cosecha de frutas y hortalizas, alberga a casi 50 familias y más de 100 trabajadores, que están viendo fuertemente afectada su principal fuente laboral ante el corte unilateral del agua para riego y consumo, aun contando con los derechos de aprovechamiento requeridos por ley.

El artículo 5° del Código de Aguas señala que “Las aguas son bienes nacionales de uso público y se otorga a los particulares el derecho de aprovechamiento de ellas, en conformidad a las disposiciones del presente código”. Sin embargo, en Chile, aún existen litigios que mantienen a un gran número de comunidades en una situación de incertidumbre y expuestos a potenciales riesgos sanitarios ante la privación de este vital elemento.

Y es que el agua es un recurso consagrado como derecho humano, ya que ocupa un lugar fundamental en el día a día y en el desarrollo, ya sea para subsistir o trabajar.

Hacienda Ventanas y la pugna del agua
Escasez de agua en Hacienda Ventanas

Una de estas complejas historias se vive a 10 kilómetros hacia la costa de Vallenar, capital de la provincia de Huasco en la Región de Atacama, lugar donde se ubica la Hacienda Ventanas. Este espacio alberga a trabajadores y habitantes que se han visto enfrentados a una grave problemática que pone en peligro su fuente laboral y, por otro lado, los arriesga a potenciales problemas sanitarios. Esto porque llevan días sin agua como consecuencia de una pugna legal entre los propietarios actuales y los antiguos de la Hacienda Ventanas.

La historia: derechos de agua incompletos e inscripciones fraudulentas

Los hechos se remontan al año 2016. En ese entonces, el dueño de la Hacienda Ventana, Jaime Perelló, decide vender la propiedad con sus respectivos derechos de agua.

Quien adquirió la Hacienda Ventanas y se transformó en la nueva propietaria del lugar, fue la Fundación Isabel Aninat, entidad que entrega ayuda y educación de forma gratuita a niños y niñas en situación de vulnerabilidad y de discapacidad.

A pesar de que la Fundación se había transformado en legítima propietaria de la tierra y de los derechos de agua, estos últimos fueron transferidos sólo de forma parcial. ¿La razón? Según Horacio del Valle, uno de los abogados que lleva esta causa, Perelló no había inscrito ni pagado en su momento estos derechos.

Paisaje de Hacienda Ventanas
Problemas con derechos de agua en Hacienda Ventanas

Sin embargo y, posterior a esta transacción, Perelló inscribió el pago de los derechos inscribiéndolos en el Conservador de Bienes Raíces a su nombre y aunque la Fundación le solicitó el traspaso de estos, al ser ellos los legítimos dueños, Perelló se negó exigiendo dinero a cambio, pago que, por cierto, la Fundación se negó a realizar.

Punto de vista de la Fundación

Para graficar de mejor manera esta situación, Horacio del Valle agrega que “esto es como si usted comprara un auto y luego de pagarlo e inscribirlo, el anterior dueño inscribiera a su nombre los permisos de circulación de éste e intentara vendérselos por una nueva suma de dinero”.

Pero aún hay más. Del Valle señala que al caso se suman otras aristas complejas y antiéticas, acusando que a esta maniobra de presión de Perelló “se han sumado terceros para lograr un corte de agua que aumenta la presión para obtener este pago ilegal y arbitrario”.

Precisamente a lo que se refiere el abogado, es a la petición que realizó la Sociedad Agrícola Perales SpA, quien reclamando tener un contrato de promesa de compraventa por los derechos de agua, solicita a la Junta de Vigilancia del Río Huasco cortar el suministro de agua a la Hacienda Ventanas.

Asuntos legales involucrados

Cabe mencionar que antes de esta promesa de compraventa, el 11° Juzgado Civil de Santiago había decretado la prohibición de celebrar cualquier acto o contrato por parte de Jaime Perelló respondiendo a la demanda que la Fundación interpuso por el traspaso incompleto de los derechos de agua comprometidos, lo cual, obviamente fue desacatado.

En una primera instancia, la Junta de Vigilancia del Río Huasco se inhabilitó de votar por tener conflictos de intereses ya que su presidente, Nicolás del Río, también declaró tener intereses en dichos derechos. Sin embargo, en una segunda instancia, la Junta votó a favor del corte de suministro de agua, accediendo a la petición de la Sociedad Agrícola Perales SpA y provocando el grave problema que hoy tiene a los habitantes y trabajadores de la Hacienda Ventanas expuestos a potenciales riesgos sanitarios, aún en medio de la pandemia por COVID-19 y al hecho inminente de perder su principal fuente laboral.

En cuanto a la querella presentada por parte de la Fundación Isabel Aninat por desacato a lo ordenado por el 11° Juzgado Civil de Santiago, en contra de Jaime Perelló y del Directorio de la Junta de Vigilancia del Río Huasco -como cómplices- ésta fue declarada admisible.

Consecuencias de no tener agua: trabajadores y habitantes los más afectados

Mientras se desarrolla todo este conflicto legal entre Jaime Perelló y los actuales dueños de la Hacienda, la Fundación Isabel Aninat, los que se han visto muy perjudicados son los habitantes y trabajadores del lugar que llevan una semana sin agua.

Una de las principales consecuencias de esta situación que tiene en vilo a más de 100 trabajadores y a cerca de 50 familias que habitan la Hacienda Ventanas, es el eventual cierre del lugar, arrasando así con la principal fuente laboral de trabajadores y trabajadoras, ya que sin agua de riego es imposible llevar a cabo las labores productivas propias de la Hacienda.

Esto ha generado un clima de impotencia y tensión, como lo señala el administrador del lugar, Artemio Caniqueo, “aquí hay 50 familias, entre ellos ancianos y niños que corren serio riesgo al no contar con agua”, agregando que “hemos realizado un esfuerzo importante para ahorrar agua durante el invierno para poder contar con el recurso en esta época seca y ahora nuestra salud, nuestro trabajo y nuestros recursos se ven en riesgo por las acciones de una mafia del agua que nos tiene de rehenes”.

Los más afectados

A esta situación de incertidumbre laboral, se suma además al potencial problema sanitario que significa vivir sin el vital elemento en medio de la pandemia que vive el país por el Covid-19. Esto porque la privación del acceso al agua trae graves consecuencias para la salud.

En primer lugar, la Autoridad Sanitaria propuso como recomendación general el lavado constante de manos para evitar la propagación del coronavirus lo que, sin duda, al no contar con agua, expone y deja en riesgo a los habitantes y trabajadores de la Hacienda frente a esta grave enfermedad que azota al mundo entero. En segundo lugar, sin agua tampoco pueden acceder a acciones básicas como lavar las frutas y verduras que consumen, quedando expuestos a una serie de enfermedades infecciosas y gastrointestinales. Y en tercer lugar, no contar con agua tampoco permite asearse ni lavar su ropa, acciones que durante esta pandemia son también de carácter urgente.

Si bien, muchos creen que este es un problema entre particulares, el tema va más allá puesto que situaciones como estas dejan en evidencia que los derechos básicos como el acceso al agua, sean sometidos netamente a temas de carácter legal o comercial, generando que los eventuales riesgos sanitarios o pérdidas de empleo, pasen a segundo plano.

Soluciones momentáneas que no arreglan la problemática.

Actualmente, la Junta de Vigilancia del Río Huasco accedió a restituir el agua a la Hacienda Ventanas, pero sólo de manera parcial y por un mes. Y nada asegura que no vuelvan a cortar unilateralmente el recurso. Eso es el gran temor que actualmente enfrentan los vecinos del sector.

Sin duda, esta es sólo una solución parche, que sigue manteniendo a los habitantes en la incertidumbre de no saber qué pasará con sus trabajos y su situación sanitaria, y con el miedo a cuestas de que, luego de esta semana, puedan verse nuevamente afectados por otro corte de suministro, esta vez sin fecha de restitución definida.