recipientes de pulpa desechables
Sustentabilidad

Desechos hospitalarios: Cuando es mejor desechar que reutilizar

Puede sonar un poco ilógico en términos ecológicos, ya que muchas veces se ha dicho que es mejor volver a utilizar ciertos utensilios en vez de ocupar desechables. Sin embargo, en ciertas ocasiones el asunto es al revés: “Al ocupar chatas desechables se gastan menos recursos y energías que al lavar sus versiones reutilizables”, comenta Mauricio Guerra, gerente y fundador de Enertak.

El reciclaje es un tema del cual se viene hablando hace bastantes años. Ha tomado bastante fuerza en las casas, en donde se ha optado muchas veces por separar los desechos por tipo y reutilizar ciertos utensilios, como lo son recipientes plásticos, botellas, bolsas, entre otras cosas. No obstante, según menciona Mauricio Guerra, gerente de la compañía de insumos y tecnologías de la salud Enertak, en hospitales y clínicas el asunto puede ser diferente.

Es evidente, que con los desechos como mascarillas, gasas y agujas lo único que se puede hacer es desecharlos de la debida forma, hay otras cosas que los recintos de salud prefieren reutilizar. Así ha sucedido con los tradicionales patos desechables, recipientes de distinto tipo que cumplen la función de recibir los desechos que puedan generar los pacientes, como por ejemplo al momento de orinar.

Por muchos años, se han utilizado las que son metálicas, ya que se pueden lavar y volver a utilizar. Pero, ¿es realmente conveniente hacerlo? ¿Es ecológicamente correcto?

El recurso hídrico

Es bien sabido que el agua no sobra a nadie en estos tiempos. De hecho, antes de la pandemia, en Chile se estaba viviendo una crisis hídrica importante, ya que el cauce de varios ríos que cruzan nuestro largo país disminuyó en gran medida. Es por esto, que se realizaron varias campañas que motivaron a que las personas no gastaran agua de forma innecesaria.

Una de las acciones que más gastan agua es al momento de lavar la loza, llegando a gastar unos 88 litros por día. Volviendo al mundo hospitalario, la cantidad de agua utilizada al momento de lavar chatas y otros recipientes reutilizables puede ser considerablemente mayor, lo que a larga termina siendo más dañino para el medio ambiente que el hecho de reutilizar las mismas chatas.

Soluciones para este problema

Una posible solución a este problema, es la que aporta Enertak, ya que ofrecen a los recintos de salud riñones desechables y equipos maceradores. Estos últimos son capaces eliminar las chatas en sólo dos minutos, junto con los residuos que puedan tener.

“En este caso es mucho mejor desechar que lavar. Primero debemos pensar que vaciaremos el contenido de una chata reutilizable en un WC. Segundo, para poder usar un equipo lava chatas debemos esperar que éste esté lleno. Esto podría significar tirar hasta 4 veces la cadena para que eso ocurra. Debe utilizar jabón especial, agua caliente, vapor y muchas veces no es capaz de limpiar y desinfectar de manera efectiva, terminado de manera manual el proceso”, indica Mauricio Guerra.

Mauricio Guerra, Enertak
Mauricio Guerra, gerente y fundador de Enertak

El factor medioambiental

Pero no todo se trata de agua. El uso de bacinicas desechables también tiene otras ventajas, siendo una de ellas la medioambiental. Esto debido a los materiales que se ocupan para elaborarlas. La pulpa de papel reciclado y libre de látex, permite que al contacto con el agua ésta se degrade en un periodo de seis semanas, a diferencia de otros materiales como el plástico, que se degrada en 450 años o más.

Además, según señala Mauricio Guerra, las chatas y recipientes que proveen son capaces de albergar líquidos por unas cuatro horas aproximadamente, a una temperatura ambiente de 35°C. Al usar equipos maceradores para su eliminación, los residuos resultantes pueden desecharse de forma líquida mediante la red sanitaria del recinto de salud, a diferencia de otros desechos que se eliminan de forma sólida.

“Con un equipo macerador es posible vaciar cuatro recipientes, con su contenido incluido, y eliminarlos en sólo 2 minutos. Para este proceso utilizarás sólo 24 litros de agua fría. Los recipientes de pulpa reciclada son disueltos y desaparecen del medio ambiente en un proceso de degradación que dura aproximadamente 6 semanas”, agrega Mauricio Guerra.

Un menor riesgo para la salud

Finalmente, cabe destacar que al momento de sanitizar cualquier instrumento médico que vaya a ser utilizado nuevamente existe un riesgo para la salud del personal que lo hace, ya que los hospitales o clínicas son los lugares en donde literalmente se concentran más enfermedades, muchas de ellas muy contagiosas.

Con una máquina maceradora de chatas, el personal que se encarga de botar los desechos ni siquiera debe tener contacto con la máquina y mucho menos con los desechos al interior de la chata. “Estas máquinas tiene la virtud de abrirse con un sensor que está a la altura del pie, por lo que quien vaya a desechar los recipientes no corre ningún riesgo de salud”, concluye Mauricio Guerra de Enertak.